Enfermedad periodontal

Uno de los grandes problemas de nuestras mascotas es la enfermedad periodontal o más comúnmente conocida como el depósito de sarro. Una patología silenciosa ya que muchas veces lo único que los propietarios notan es el mal olor del aliento de su animal. Pero que implica un dolor constante y la posterior afectación del alveolo dental con movilidad de las piezas dentales y su posterior caída.

Al principio, la placa bacteriana se deposita sobre el esmalte dental y se mineraliza, formando el conocido sarro, que aparece como una capa de color marronáceo sobre los dientes. Posteriormente, este sarro comienza a irritar las encías, lo que denominamos gingivitis, y la misma comienza a tener un tono más congestivo e incluso de amoratamiento.

La evolución, si no se practica una limpieza dental en este punto, es muy negativa. Porque la encía se retrae, huye, exponiendo parcialmente las raíces dentales, las cuales carecen de esmalte y captarán con mayor rapidez una cantidad mayor de placa bacteriana. Esta retracción es además irreversible, condenando en gran medida el futuro de la salud dental de nuestra mascota.

Cuando la enfermedad periodontal presenta un grado severo, muchas piezas aparecen con daños y retracciones gingivales importantes y en muchos casos movilidad de las piezas.

Estos animales tienen un dolor crónico que en muchas ocasiones les impide masticar el alimento de modo que lo tragan entero dificultando las digestiones. En estos casos, además tenemos infecciones que generan un esfuerzo inmunitario continuo y que terminan debilitando al animal.

Todos estos problemas suelen pasar desapercibidos porque el perro no se queja y continua comiendo hasta llegar a los estadíos más graves.