Cómo cepillar los dientes de tu perro

La inflamación de las encías es uno de los principales problemas de salud en los perros. Como ellos mismos no pueden lavarse los dientes, los restos de comida se acumulan en las encías, y terminan formando sarro y placa que se acumula debajo de las encías provocando un proceso inflamatorio, que si continúa en el tiempo, ocasionará daños graves en los tejidos de los dientes y pérdida de dientes.

Cepillar los dientes a tu perro no es fácil. Requiere mucha, pero que mucha paciencia, y en la mayoría de los casos será imposible. A los perros sencillamente no les gusta que le que anden hurgando en los dientes, piensan que es un castigo y solo querrán salir corriendo.

Si aun así te has decidido a intentarlo, debes seguir estos pasos:

-Compra en tu clínica veterinaria pasta de dientes especial para perros, porque se la tragarán, y un cepillo de dientes.
-Primero coge pasta con el dedo y pásasela por los dientes para que la pruebe. Las primeras veces utiliza solo el dedo.
-Para la siguiente fase, prepara un cacharro con agua, pon un poco de pasta en el cepillo y moja el cepillo en el agua.
-Después, con una mano sujeta la boca de tu perro para mantenerla casi cerrada, y con la otra, introduce el cepillo por un lateral de la boca y suavemente le cepillamos las muelas.
-No debemos empezar ni por los incisivos (los de delante) ni por los colmillos porque el perro no se va a estar quieto, es muy fácil que le demos con el cepillo en las encías, y entonces solo va a querer salir corriendo.
-La última fase es levantarle el belfo y limpiarle los colmillos y los incisivos, con mucho cuidado no de darle en las encías.
-No hay que apretar, ya que podemos hacerle sangre con el cepillo.

Todo esto hay que hacerlo gradualmente a lo largo de varios días, es decir, un día primero la pasta solo con el dedo, otro día las muelas de un lado, otro día las muelas de los dos lados, al siguiente las muelas y los caninos, finalmente las muelas, los caninos y los incisivos... Como mucho estamos hablando de dos o tres minutos al día para que se acostumbre.

Si después de todo esto, el perro te ven coger el cepillo y va a esconderse debajo de una mesa... mejor olvídate del tema.