El Ayuntamiento de Brunete, en la Comunidad de Madrid, ha puesto en marcha una campaña contra los dueños de perros que no recogen las heces de sus animales consistente en mandarles a casa dichos excrementos.
Durante una semana, voluntarios de la localidad entablaban conversación con dueños de perros que no recogían sus heces, y preguntaban por el nombre del animal. Con dicho nombre y la raza, los funcionarios municipales localizaban los datos de los dueños disponibles en la base de datos censal de animales.
A continuación, las cacas se empaquetaban y entregaban en mano a los dueños, junto con el aviso de multa.
Según el ayuntamiento, el número de cacas en las calles ha disminuido un 70 por ciento.
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