En junio de 2016, el Ayuntamiento de Palma de Mallorca creo la especialidad de técnico en seguridad alimentaria para cubrir las inspecciones y controles sanitarios en los mercados municipales. Las titulaciones para el acceso a este puesto de trabajo incluían entre otras, biología, biotecnología, bioquímica, farmacia, medicina o ingeniería agrónoma o agrícola. También estaba incluida la veterinaria, pero solo en la especialidad de bromatología.
El colegio oficial de veterinarios de Baleares presentó en su momento un recurso de reposición, ya que los licenciados en veterinaria, sin precisar especialidad alguna, ya tenían competencias por ley para acceder a este puesto, y además, hyabía titulaciones que no podían acceder por no tener carácter sanitario, ni competencia para inspeccionar y controlar los alimentos.
Finalmente, el juzgado contencioso administrativo número 2 de Palma ha considerado que los titulados veterinarios cumplen en exclusiva con los conocimientos y atribuciones profesionales para ejercer la actividad en el ámbito de la seguridad alimentaria, aunque existen otras titulaciones que también pueden llevarla a cabo, aunque parcialmente.