La Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos del Principado de Asturias, ha propuesto al comité consultivo del Plan de Gestión del Lobo, la matanza de ochenta lobos hasta fin de año. Este número se justifica en las 3.500 cabezas de ganado que según las estadísticas oficiales, matan cada año los lobos, que suponen una cifra de indemnización en torno a un millón de euros.
Este dato es el argumento más repetido para explicar los cupos de control, aunque grupos conservacionistas argumentan que estos datos son totalmente fraudulentos, ya que no hay evidencia alguna de que los ataques hayan aumentado, y que el gobierno asturiano, como no paga las indemnizaciones, ha decidido matar lobos en su lugar. Para matar 3.500 cabezas de ganada, cada grupo de lobos debería matar una media de 200 reses al año, lo que es difícilmente explicable desde un punto de vista biológico, físico y mecánico.
El gobierno asturiano debe en indemnizaciones 314.700 euros del año pasado y 487.449 euros de 2012. Los ganaderos piden que se convierta la especie en cinegética como ocurre en otros lugares de España, como Galicia y Castilla y León.
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