Un perro de la raza pitbull que entró en España desde Marruecos, y que se supone que se escapó de su dueño, ha mordido a un adulto y cuatro niños en la provincia de Toledo. Tras ser abatido por la policía, y tras los análisis del Centro Nacional de Microbiología, se comprobó que el animal portaba el virus de la rabia.
El animal había estado en Marruecos, donde la rabia es endémica. El animal, según su cartilla, había recibido una dosis de la vacuna contra la rabia 12 días antes de entrar en Marruecos, un tiempo insuficiente para generar inmunidad protectora.
Este brote de rabia ha hecho que la península pierda la calificación de zona libre de rabia. El último brote de rabia se detectó en 1978, aunque en Ceuta y Melilla, por su contacto directo con Marruecos, se detectan periódicamente casos de rabia.
Tras trazar la posible ruta de los lugares donde ha estado el animal, se ha lanzado alerta por rabia en las comunidades de Castilla La-Mancha, Madrid, Cataluña y Aragón.
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