Los hábitos higiénicos se adquieren a base de repeticiones y repeticiones. Al igual que a un niño se le lleva repetidamente al baño para que aprenda, lo mismo debemos hacer con nuestro cachorro de perro.
Al principio, deberás sacarle regularmente cada dos o tres horas, y sobre todo, después de las comidas, al despertarse por la mañana, tras jugar con él, o al volver a casa, situaciones éstas donde seguro que el cachorro va a tener ganas.
Cuando le saques de paseo, llévate golosinas y "premios" para darle justo cuando haga sus necesidades en la calle. Tampoco vuelvas a casa inmediatamente porque entonces puede aprender a aguantarse para estar más tiempo fuera de casa.
Al principio tu perro se meará y cagará en casa. No lo regañes porque es una necesidad fisiológica y al principio no pueden aguantarse ni saben que no deben hacerlo dentro de casa. Paciencia, paciencia y paciencia. La vigilancia y la supervisión cuando el cachorro está aprendiendo es la clave. Si ves que se levanta de su cuna y se pone a olisquear, a darse una vuelta por la casa... anticípate y sácalo a la calle, probablemene vaya a hacerse pis o casa. Debes anticiparte.
Al principio saldrás muchas veces a la calle y tu cachorro no hará nada, igual que los niños se pasan un montón de tiempo sentados en el orinal sin hacer pis. Si sale a la calle y no hace nada, no bajes la guardia porque posiblemente cuando vuelvas a casa se hará pis en casa. No le regañes, simplemente todavía no sabe donde debe hacerlo, y cuando es muy joven, el cachorro se va a hacer pis continuamente, así que simplemente ten siempre la fregona a mano y ten paciencia, es un etapa que pasará en unas semanas.
Por las noches, sobre todo al principio, es frecuente que el animal se haga pis y casa. Déjale unos empapadores o papel de periódico, alejados de la cuna, donde pueda hacer sus necesidades.
Cuando tu cachorro lleve un tiempo haciéndolo fuera de casa, habrá aprendido. De repente verás que cada vez menos tienes que usar la fregona y podrás dejar de supervisarle en casa.