Cuando adoptamos o compramos un perro o un gato, no solo debemos pensar cual es la raza más adecuada para nosotros y nuestra familia, sino también debemos tener en cuenta el sexo del animal. Todo dependerá de nuestros gustos personales y de nuestra situación personal o si tenemos otros animales en casa.
Independientemente de eso, igual que cada persona es única, cada animal es único y la educación que recibimos tanto los animales como las personas también moldean nuestro carácter de un modo único.
Los perros machos.
-Por norma general, el macho es más independiente y desobediente que la hembra (lo que no quita que haya hembras desobedientes e independientes).
-Tenemos más posibilidades de fuga, ignorando nuestras órdenes y siguiendo su instinto, por ejemplo, si olfatea a una hembra en celo.
-Son más fuertes y atrevidos.
Las perras hembras.
-Están más unidas y se concentran más en sus dueños.
-Son más tolerantes.
-Tendrá periodos de celo cada seis meses (salvo castración o esterilización).
-Por el mismo motivo tendrá pseudogestaciones.
En los dos sexos.
Si en casa viven varios perros, puede existir rivalidades y tensiones entre animales del mismo sexo si no hay una autoridad clara. Los perros viven en jerarquía y necesitan saber su lugar dentro de la manada. En general, tenemos más armonía con combinaciones de macho y hembra. Por eso, en muchas residencias de animales ponen a los perros en parejas de macho / hembra.
Los gatos machos.
-Los gatos macho suelen ser más grandes que las hembras.
-Suelen mostrarse más indiferentes que las hembras.
-Los gatos sin castrar tienden a meterse en peleas con otros gatos, y marcan su territorio con orina y heces.
Las gatas hembras.
-Suelen ser más cariñosas que los machos.
-Las gatas hembras tendrán periodos de celo periódicamente (salvo castración o esterilización).
-Durante el celo las gatas son muy ruidosas.